Se trata de un local pequeño, en una mítica calle sevillana, muy cerca de las modernas Setas de la Encarnación y rodeado de algunos de los espacios culturales y gastronómicos más interesantes de Sevilla.
Ofrecen una cocina casera, especializada en desayunos y gran variedad de tapas; todo elaborado con mimo e ingredientes frescos de primera calidad. Cuentan con una carta variada de la que destacamos sus tostadas de carne mechada, de tortilla, vegetal, lomo a la pimienta, queso semicurado, queso fresco y pringá o manteca colorá con tropezones; y entre sus platos destacamos las papas bravas, huevos camperos, flamenquín casero, pluma ibérica, croquetas de puchero, espinacas con garbanzos, berenjenas con miel de caña y sus deliciosos postres caseros como el flan de la casa.
Cuentan con una pequeña zona de barra y una magnífica terraza con toldos con capacidad para 45 personas.